Planificar el futuro financiero es una tarea esencial en cada etapa de la vida. La educación financiera se convierte en una herramienta poderosa para asegurar una estabilidad económica a lo largo del tiempo, adaptando las decisiones a cada necesidad que surge con la edad. Esteban Correa, subgerente comercial de la cooperativa Andalucía, compartió recomendaciones sobre cómo construir un futuro financiero sólido.
En la década de los 20, la prioridad es establecer un fondo de emergencia. Correa señaló que “es crucial contar con un ahorro que permita enfrentar imprevistos durante los primeros meses de la vida laboral”. En esta etapa, las aplicaciones y plataformas financieras pueden ser herramientas clave para fomentar el hábito del ahorro.
Cuando se alcanzan los 30, las necesidades cambian. Además de mantener un fondo de emergencia, es el momento de fijarse metas a mediano plazo, como la compra de un vehículo o la educación superior. “Pensar en el futuro académico propio o el de nuestros hijos es una decisión inteligente en esta fase”, indicó Correa, destacando la importancia de la estabilidad financiera para enfrentar nuevas responsabilidades.
En los 40 y 50, la mirada se dirige hacia la jubilación. Correa aconsejó planificar a largo plazo, considerando un fondo que garantice tranquilidad en los años de retiro: “La preparación es clave para enfrentar la reducción de la actividad laboral”. Invertir en propiedades y en proyectos de ahorro a largo plazo puede ser una estrategia sólida en esta etapa de la vida.
Finalmente, a partir de los 60, es momento de disfrutar del esfuerzo de años de planificación. Los ahorros pueden orientarse a actividades de ocio y viajes, sin dejar de lado la previsión para gastos inesperados. Finalmente, recordar que la planificación financiera es un proceso continuo es fundamental.
A medida que nuestras circunstancias cambian, nuestras estrategias también deben ajustarse. La clave está en mantenernos informados, ser proactivos y no tener miedo de buscar asesoría. En última instancia, invertir tiempo y esfuerzo en nuestra educación financiera es una de las decisiones más sabias que podemos tomar, ya que sienta las bases para un futuro próspero y lleno de posibilidades.