Cada 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos oportunos. En Ecuador, el cáncer de mama representa una amenaza significativa para la salud femenina, ocupando el puesto número 11 entre las principales causas de muerte en mujeres, según datos del INEC en 2017. La lucha contra esta enfermedad requiere el compromiso no solo de las instituciones de salud, sino también de la sociedad en su conjunto.
De acuerdo con estadísticas de Globocan 2018, en Ecuador se registraron 28.058 casos nuevos de cáncer en general, lo que equivale a un promedio de 165 casos por cada 100.000 mujeres. Dentro de este grupo, el cáncer de mama es uno de los más prevalentes y letales. En el período entre 2012 y 2017, se reportaron 3.430 defunciones por cáncer de mama, de las cuales el 99,3% correspondieron a mujeres. Estas cifras reflejan la urgencia de fortalecer campañas de prevención y mejorar el acceso a diagnósticos tempranos.
La autoexploración, las mamografías regulares y los exámenes clínicos son herramientas clave para detectar el cáncer de mama en etapas tempranas, cuando el tratamiento es más efectivo. La falta de conciencia y el miedo al diagnóstico son barreras que muchas mujeres enfrentan, por lo que es esencial fomentar la educación sobre la importancia de la detección temprana. Cada día cuenta en la lucha contra esta enfermedad.
En este Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, es crucial que todas las mujeres se unan al esfuerzo global para reducir la mortalidad por esta enfermedad. El cáncer de mama puede ser tratable si se detecta a tiempo. La sociedad debe trabajar en conjunto para garantizar que más mujeres accedan a las pruebas de detección y tratamientos adecuados, salvando así vidas y dando esperanza a miles de familias.
