El Gobierno Nacional, mediante la Estrategia Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil (ECSDI), ha reafirmado su compromiso con la reducción y prevención de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI), un problema que amenaza el desarrollo de miles de niños y niñas en el país. Entre enero y agosto de 2024, la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil (STECSDI) capacitó a 55.218 personas a través de más de 1.000 actividades, incluyendo ferias de servicios, talleres, brigadas, y consejerías.
La Desnutrición Crónica Infantil ha sido descrita por María José Pinto, secretaria Técnica de la STECSDI, como “el ladrón del futuro de nuestro país”, ya que afecta el crecimiento y desarrollo cerebral de los niños, comprometiendo su potencial y el desarrollo del país.
Con este desafío en mente, la estrategia se ha propuesto reducir la prevalencia de la DCI del 20,1% al 18,7% para el 2025. Este objetivo es ambicioso, pero alcanzable, mediante un enfoque integral que combina la intervención en salud, acceso a agua segura y bienestar social, con una fuerte campaña de educomunicación que busca cambiar hábitos y conductas a nivel comunitario.
Como parte de este enfoque, se ha realizado un diagnóstico en parroquias y cantones priorizados para adaptar los mensajes claves de la estrategia a las necesidades y realidades locales. Esto ha permitido una mayor efectividad en la promoción de prácticas preventivas como: hervir el agua antes de consumirla, el lavado de manos, la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, y la asistencia regular a controles médicos.
Además, la colaboración con Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs) y la sociedad civil ha sido crucial, logrando la institucionalización de la prevención de la DCI en más de 30 cantones a través de ordenanzas municipales.
A nivel nacional, los esfuerzos de la STECSDI han permitido la incorporación de 40.000 nuevos beneficiarios al programa ‘Bono 1 000 Días’, sumando un total de 125.306 personas atendidas. También se ha brindado acompañamiento a más de 49.400 niños y niñas en sus primeros 1.000 días de vida, asegurando su acceso a servicios de salud, bienestar social y agua segura.