El trabajo infantil es una realidad que enfrentan millones de niños y niñas en todo el mundo. Si bien se han logrado avances en la reducción del trabajo infantil en las últimas dos décadas, la ejecución de este tipo de acciones siguen siendo un tema de focalización. La pandemia, los conflictos y las crisis han empujando a más familias a la pobreza, obligando a varios de niños y niñas a recurrir al trabajo infantil. De 2000 a 2020, a nivel mundial, el trabajo infantil disminuyó en 85,5 millones, pasó del 16% al 9,6 %.
Es por eso que el 12 de Junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, como alusión a la fecha, el patronato Municipal San José, lanzó una campaña de concientización en redes sociales, para animar a la ciudadanía a tomar medidas ante esta situación.
Durante el 2024, la Unidad Patronato Municipal San José ha brindado atención a 848 niñas, niños y adolescentes, a través de los 5 Centros (Hogar de Paz, Mayorista, Mariscal, Chiriyacu y Carollo) y 6 Puntos (San Roque, Ofelia, Calderón, Comité del Pueblo, Carapungo y La Carolina) de Erradicación del Trabajo Infantil, con servicios enfocados en la protección social y cuidado de la niñez.
Según datos de Encuesta Nacional Trabajo Infantil, (ENTI), en 2012, de todos los niños/as y adolescentes de 5 a 17 años de edad, el 8,56% realizaba actividades de trabajo infantil. En 2018, el país disminuyó las cifras de trabajo infantil del 17% al 6% en seis años, así lo afirmó el ministro de Relaciones Laborales, Francisco Vacas.
Según los resultados de la misma encuesta, de todos los niños, niñas y adolescentes que residían en la zona rural, el 15.5% trabajaba, frente al 4.3% de la zona urbana. Las razones que motivaban a los niños a trabajar señalaban que, el 60.4% de niños encuestados trabajaban para ayudar en su hogar; el 52.6% para adquirir destrezas, el 17.7% para separarse de las malas amistades y el 16.5% para no estudiar porque no les gustaba. Del total de niños que laboraban, el 75.1% acudía a un centro de estudio y el 85% de ellos se encontraba en educación básica.
Los niños y niñas que ejercen algún tipo de trabajo están mas expuestos y son mas propensos a sufrir enfermedades crónicas, desnutrición o abusos por parte de los adultos, a causa de esta situación, los infantes pasan gran parte de sus vidas en entornos hostiles y violentos, lejos de refugio y protección, en algunos casos se ven obligados a abandonar sus estudios o combinar ambas actividades. Esto puede traerles consecuencias psicológicas como estrés y baja autoestima.