La Fiscalía general del Estado en conjunto con la Policía Nacional, ejecutaron un operativo contra el tráfico de vida silvestre, en varios sectores de la capital. La Policía informó que el operativo dejó como resultados tres personas detenidas, por un presunto delito contra la flora y fauna silvestre y varias especies encontradas.
La Fiscalía por su parte informó que en los allanamientos se hallaron 28 ajolotes y otros 52 indicios. Además, uno de los detenidos guardaba en su casa 11 ajolotes adultos, cerca de 100 ajolotes recién eclosionados, 3 ranas albinas y 1 gecko. La entidad indicó que las autoridades resolverán la situación jurídica de los detenidos.
Por su parte, el Ministerio del Ambiente informó a través de su cuenta de X que las especies rescatadas se comercializaban de manera ilegal. El Código Orgánico Integral Penal (COIP), señala en su artículo 317 y 318, que el comercio y cacería ilegal son infracciones graves y muy graves y se sanciona con una multa económica desde los cinco a los 200 salarios básicos (hasta USD 90.000) y el decomiso de las especies, herramientas y equipos.
Además, el artículo 247 del COIP indica que la persona que cace, pesque, tale, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, introduzca, almacene, trafique, provea, maltrate, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies listadas como protegidas por la Autoridad Ambiental Nacional o por instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.
Los ajolotes son una variedad de anfibios, de origen mexicano, que se encuentran en peligro crítico de extinción. Es una especie muy apetecida en el mercado ilegal y su comercialización se ha vuelto frecuente en países como Ecuador, Colombia y Perú.