Cada 28 de diciembre se conmemora el Día de los Inocentes, una fecha en la que suelen hacer bromas amigos y familiares e incluso pedir dinero prestado como parte de la burla, sin que se tenga que regresarlo.
Este día es considerado una tradición pagana- religiosa y el origen se remonta a la Iglesia Católica; cuando cientos de niños fueron asesinados en Belén por órdenes del rey Herodes.
Cuando los conocidos Reyes Magos se enteraron de la llegada de Jesús acudieron ante Herodes. Este, cegado por el temor de que acabara con su reinado, les pidió que fueran en busca del niño y regresaran para que le informaran de lo sucedido.
Sin embargo, los sabios nunca volvieron. Es por ello que mando a matar a todos los niños menores de dos años para asegurarse de que Jesús muriera.
Cuando la Iglesia Católica se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano, reemplazó progresivamente las fiestas paganas por celebraciones cristianas.
Es así que, en la Edad Media, la conmemoración del Día de los Inocentes se fusionó con un rito pagano conocido como la Fiesta de los Locos, originado en Francia, que se celebraba entre Navidad y Año Nuevo.
Durante este festejo, en países como Francia, Alemania e Inglaterra los sacerdotes entraban enmascarados en los templos, vestidos de bufones o con trajes de mujeres cantando y danzando. Esto con el objetivo de tomar a una persona como ingenua, al igual que los Reyes Magos lo hicieron con Herodes por no regresar para decirle donde estaba el niño Jesús.
