Los ritos funerarios en honor al príncipe Felipe, duque de Edimburgo, se celebraron desde muy temprano el sábado 17 de abril.
El esposo de la reina Isabel II falleció a los 99 años, el pasado 9 de abril de 2021, debido a complicaciones en su salud por su avanzada edad.
La presencia de apenas 30 personas del círculo familiar más cercano destacó en el funeral real. Inicialmente estaba prevista la asistencia de 800 invitados, pero las restricciones por el Covid-19 impidieron que se cumpliera todo lo planificado en el plan que el mismo Duque delineó para su velorio, hace más de 20 años.
Lo que sí se cumplió fue el cortejo fúnebre que inició con la salida del féretro desde el castillo de Windsor, en Londres. El ataúd del príncipe Felipe fue transportado en un vehículo de la marca Land Rover, que él mismo diseñó para la ocasión.
Sus hijos, los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo; sus nietos, los príncipes William y Harry y el hijo de la princesa Anna, Peter Philips, caminaron detrás del féretro. Mientras la reina Isabel siguió al cortejo fúnebre en su vehículo.
En esta ocasión, la Reina dejó de lado el uso de traje militar y pidió a los asistentes acudir con trajes austeros, abrigos oscuros, corbatas negras y vestidos sencillos. Esto en consideración al príncipe Harry, quien renunció a sus títulos reales y a sus obligaciones con la familia real británica en 2020.
La ceremonia religiosa se celebró de manera privada en la capilla de San Jorge, donde también reposarán los restos del Duque.
Aunque la Casa Real pidió a la población que no acudiera al evento, algunas personas se acercaron para despedir a quien fue el consorte de la reina Isabel II por 73 años.