Seis niños y adolescentes estuvieron presentes la noche del 8 de diciembre cuando Ismael, Josué, Nehemías y Steven, los cuatro menores de Las Malvinas, fueron detenidos por militares cerca de un centro comercial y un hospital público en el sur de Guayaquil. Entre los testigos se encontraban dos niños de 11 años, tres adolescentes de 13 y uno de 16 años, quienes lograron escapar y dieron detalles cruciales sobre lo ocurrido. Según sus relatos, las víctimas caminaban por la zona tras jugar un partido de fútbol, lo que coincide con las declaraciones de sus familias.
El abogado Abraham Aguirre, miembro del Comité de Derechos Humanos y representante legal de las familias, presentó un escrito a la Fiscalía para que tres de los seis testigos puedan ser entrevistados. Esta diligencia, que requiere la autorización de sus padres y estrictas medidas de protección, es fundamental, ya que estos menores fueron los últimos en ver con vida a Ismael, Josué, Nehemías y Steven antes de su retención.
El caso dio un giro trágico cuando, el 24 de diciembre, los cuerpos calcinados de los cuatro menores fueron encontrados en Taura, provincia del Guayas. Días después, el 31 de diciembre, la Fiscalía confirmó sus identidades. Este atroz crimen ha generado indignación y un fuerte clamor por justicia en Ecuador, poniendo de relieve la vulnerabilidad de los jóvenes frente a hechos violentos y la necesidad de respuestas contundentes.
Hasta el momento, la Fiscalía no ha establecido fecha ni hora para las entrevistas con los testigos, las cuales deben realizarse dentro de los 90 días que dura la instrucción fiscal. Las familias y su equipo legal esperan que estas declaraciones permitan esclarecer los hechos y encaminar el proceso hacia la sanción de los responsables.