El Informe sobre Desarrollo Humano 2025 en la era de la inteligencia artificial, elaborado por la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD y aplicado en 21 países, revela que seis de cada diez personas esperan que la IA tenga un impacto positivo en sus empleos, principalmente por las oportunidades que puede generar. En Ecuador, este optimismo se alinea con políticas públicas orientadas a la transformación digital, con acompañamiento técnico del PNUD para garantizar un uso estratégico, ético y centrado en derechos humanos.
El documento identifica tres ejes de acción clave para convertir la IA en un motor del desarrollo humano: construir una economía complementaria entre personas y máquinas; guiar la innovación hacia la resolución de problemas, la ciencia y la creatividad, y no solo hacia la automatización; e invertir en capacidades esenciales del siglo XXI como salud, educación e inclusión digital. En Ecuador, estas rutas se pueden aplicar, por ejemplo, al mejorar la productividad agrícola mediante tecnologías sostenibles o al ampliar el acceso a servicios públicos a través de plataformas interoperables.
El informe también advierte que el impacto de la IA varía a lo largo del ciclo de vida. En la niñez y adolescencia, puede mejorar el acceso a una educación personalizada, pero también aumentar las brechas si no hay acceso equitativo. En la adultez, redefine empleos y habilidades, con el riesgo de nuevas formas de exclusión. En la vejez, puede mejorar la atención médica y la vida independiente, aunque también invisibilizar a las personas mayores si no se las considera en el diseño. Además, se destaca que solo 17 países cuentan actualmente con marcos regulatorios específicos sobre inteligencia artificial.
En respuesta, el PNUD propone desarrollar un marco normativo ético con base en derechos humanos, transparencia y supervisión humana, así como actualizar las regulaciones en comercio electrónico y ciberseguridad, y fomentar la capacitación digital, con enfoque en mujeres y grupos vulnerables. En Ecuador, ya se aplican estas recomendaciones en proyectos como eMonitor+, que identifica de forma automatizada la desinformación, los discursos de odio y la violencia de género en el entorno digital. El PNUD reafirma su compromiso de trabajar con todos los sectores para asegurar que la IA sea una herramienta de inclusión, equidad y desarrollo sostenible.